Mientras las bandas de huachicoleros hacían de las suyas ordeñando combustible a tasas récord, Pemex compraba y arrumbaba 30 drones desde mayo de 2014 para vigilar su red de ductos.
La compra de esos equipos significó para la empresa un gasto de 113.6 millones de pesos, según una revisión realizada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
El informe de la ASF detalla que 21 de los drones no fueron utilizados por Pemex Exploración y Producción ni por la Subdirección de Salvaguardia Estratégica durante 22 meses, de febrero de 2015 al 31 de diciembre de 2016.
Lo mismo ocurrió con otros 9 equipos que permanecieron 31 meses sin uso, de mayo de 2014 al último día del año pasado.
RESGUARDADOS EN DOS BODEGAS DE PEMEX
Estos drones han estado resguardados en dos bodegas de Pemex en el Estado de México y en Tabasco, señalan reportes entregados a la Auditoría.
La tecnología aplicada en drones avanza a un paso tan acelerado que, de acuerdo con expertos, los equipos que arrumbó la empresa petrolera habrían quedado obsoletos y su mantenimiento para echarlos a andar puede ser muy costoso.
Sólo durante 2016, el número de piquetes a ductos de Pemex alcanzó 6 mil 873, y las pérdidas por este delito rondan los 20 mil millones de pesos anuales. En lo que va de este año, hasta agosto se acumulan 6 mil 734 puntos de ordeña.
¿CONVENIOS CON SEDENA?
La Auditoría recomendó que Pemex determine si incluirá o no estos 30 drones en su estrategia de proporcionar seguridad a sus instalaciones y a su red de ductos, así como la factibilidad de que su operación se realice mediante convenios con la Sedena.
También emitió una promoción de responsabilidad administrativa sancionatoria para que la Unidad de Responsabilidades de Pemex investigue e inicie un procedimiento por actos de servidores públicos que mantienen en desuso estos drones. Fuente: Reforma